Lo dijo en su momento aquel pelotari, zaguero, nacido en Ubera, barrio de Vergara: “Prefiero un año más de contrato que la txapela”. Son palabras de José Mari Zezeaga. Muchos de los que estáis ojeando esta columna seguro que lo recordáis; es el clásico zaguero de gran envergadura, fuerte, con golpe violento de derecha, la zurda, de esas que no paran de aprender pero que tendrían serias dificultades para sacar las oposiciones. Ahora con cincuenta y tantos años dedica gran parte de su vida deportiva a su hijo, también zaguero. Tiene menos golpe que José Mari, mejor zurda y adornado de técnica suficiente. Aunque ahora mismo no sé su progresión porque no leo ninguna referencia de su actividad.

Este personaje me sorprendió agradablemente cuando lo traté al margen del frontón. Su apariencia física no refleja fielmente el alto índice intelectual,  esgrimiendo argumentos plenos de sentido común. También hay que decir que fue agraciado con un momento pelotazale crucial. La empresa Asegarce llegó con muchas y buenas ideas que el tiempo se ha encargado de reducir a mera especulación económica. La competencia entre Unidas y Asegarce repercutió felizmente en la cuenta de los pelotaris. Había que aprovecharlo porque los acuerdos llegan enseguida y el pacto de no agresión lo lidera.

 Aitor Zubieta, declara abiertamente: “me duele mucho más dejar la pelota que la rodilla”.

Y Juan Martínez de Irujo no se corta al asegurar: “Renunciaría a mis txapelas por seguir siendo pelotari activo”. Significa simplemente: “Preferiría seguir jugando...”

Y digo yo, ¿qué persona de este mundo no tendría alguna preferencia, si se hiciese una encuesta total?

Se me ocurre concluir con esta moraleja: Mejor conformarse que preferir un imposible.

Seguro que Ceceaga es feliz con lo que le ha tocado vivir, e igualmente lo serán Zubieta e Irujo cuando comprueben que hay muchos objetivos que cumplir.